La UD Melilla hizo efectivo en la jornada de ayer el pago de la última nómina y las primeras de los diferentes componentes de la primera plantilla de la UD Melilla. Los dirigentes azulinos tuvieron afrontarlo con una póliza por la cantidad de 150.000 euros, según fuentes del club unionista. Todo ello sin saber que ayuda tendrá por parte de la Ciudad Autónoma de Melilla para comenzar a cerrar lo que será el nuevo proyecto deportiva de la entidad azulina, donde se tienen depositadas muchas esperanzas de que pueda ser el mismo que el año pasado que no es otro que luchar por una de las plazas que den derecho a jugar por el ascenso de categoría.
Según aseguró el propio presidente de la entidad melillense, Luis Manuel Rincón a través de las redes sociales que “El proyecto de la UD Melilla no se puede poner en peligro por fallar con estos pagos. Espero que el nuevo gobierno sepa valorar el esfuerzo de estos últimos años. Me la juego otra vez por el club de mi ciudad”. Cabe destacar que de no haber podido hacer frente a estos pagos todos los jugadores de la primera plantilla tenían hasta ayer mismo para poder denunciar esta falta de pagos.
Los dirigentes de la escuadra de nuestra ciudad siguen a la espera de poder reunirse con la ciudad para intentar conocer la ayuda económica que podría tener el máximo representante del fútbol melillense en categoría nacional, puesto que están pasando los días y la intranquilidad parece que aparece en escena dentro del seno unionista. A pesar de esta circunstancia la dirección deportiva junto a su presidente no para de trabajar con muchísimos frentes abiertas para intentar de acercarse posturas tanto con jugadores que con entrenadores que pueden dentro de los cánones que se está buscando dentro del mercado durante esas últimas semanas.
Cabe destacar que el reloj va en contra de los melillenses puesto que con el paso de los días, los demás equipos que estarán presentes dentro del grupo IV de la Segunda División B están cerrando importantes fichajes de cara a conformar plantillas altamente competitivas para intentar dar el salto de categoría, mientras que por su parte los melillenses todavía no cerraron ningún fichaje ni ninguna renovación. La inmensa mayoría de los futbolistas de la UD Melilla de la temporada pasada están recibiendo numerosas ofertas de otros clubes, incluso de superior categoría por lo que el cuadro local se puede encontrar con problemas
Si el nuevo Gobierno de la ciudad, desea seguir apostando por ei fútbol en Melilla, debe decidirse ya, la incertidumbre y la demora son los más perjudicial para el Club.
El peor enemigo de la U. D. Melilla es la incertidumbre y la demora, en la ayuda a percibir, si el nuevo Gobierno desea seguir apostando por el fútbol local, debe pronunciarse ya.